Salto Internacional ¡Es el evento del año en Blaye! Desde hace más de 40 años, aficionados a los caballos, deportistas de alto nivel y novatos se reúnen durante cuatro días en el foso de la ciudadela de Blaye para presenciar la competición para unos y el espectáculo para otros.

Esto se debe a que aquí se encuentra en la tierra del famoso caballo Jappeloup, que ganó la medalla de oro en 1988 en los Juegos Olímpicos de Seúl. Jappeloup y su criador Henri Delage, uno de los iniciadores del Jumping de Blaye, están en la mente de los voluntarios y organizadores desde el inicio de esta competición de salto.

El salto es una competición deportiva como ninguna otra pero también es un estado de ánimo. Un espíritu de familia porque los voluntarios crecieron juntos y vieron evolucionar la competición: primero nacional en 1983 y luego internacional desde 1997. Bajo la amabilidad de los Valles de Titou hasta el año 2000 y hoy de Gilles Vallaeys, ¡los más jóvenes están orgullosos de tomar la antorcha!

Nuestros voluntarios han regresado y estarán listos. Ellos cuidarán la puesta en escena con entusiasmo y amabilidad, la partitura estará bien interpretada.

Todos los espectadores, amantes o no de los caballos, deportistas o simples paseantes, quedan embriagados por el espectáculo, el ambiente, la decoración... La competición se desarrolla al pie de la Porte Royale de la ciudadela de Blaye, en el foso de la fortaleza. Las murallas se iluminan para la ocasión, se instalan proyectores para iluminar la pista donde se suceden las barras de salto. Entre cada evento, los voluntarios están ocupados, los jueces miden, los vasos de los amigos tintinean, los caballos patean en el paddock...

Luego viene la prueba Baréme A en la contrarreloj de 135 cm o la del CSI1* con dificultades progresivas en 120 cm. En cada salto, la multitud situada alrededor de la pista, bajo los tivoli VIP o en las murallas, ¡contiene la respiración! Ver al jinete y al caballo convertirse en uno es hermoso incluso si no sabes nada de equitación. Todos nos emocionamos juntos ante los esfuerzos del caballo y las proezas del jinete. ¡Al final de la vuelta, los atronadores aplausos que resonan contra la pared lo demuestran!

¡Saltar también es cuestión de convivencia y tradiciones! No te pierdas la misa del día de Sant Hubert el domingo por la mañana acompañado de los monteros y sobre todo aprovecha los diferentes puestos de comida que hay en el evento. Al final de la competición, la ciudadela de Blaye estalló en llamas con el fuegos artificiales del 14 de julio Tomado desde las murallas del lado de Porte Dauphine, frente al centro de la ciudad.

Salto Internacional de Blaye

11-14 de julio de 2024

Sitio web : www.jumpingdeblaye.fr

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